Revista «CdeCuba»
Revista de Arte Cubano
Páginas: 60-61
Año: 2012
La publicación da cuenta de la itinerancia en Cuba de la exposición comisariada por Emilio Gil 24 x 365. Diseño gráfico para la comunicación pública.
¿Se puede cuantificar la bondad de un diseño? ¿Se le puede calificar o «poner nota»?
Hagamos un ejercicio mental: ¿se figuran algo del tipo «este diseño ha sacado un siete con cinco y, este otro, sin embargo, tendrá que volver en septiembre»?
En todos los años en los que vengo trabajando en temas relacionados con el diseño, fuera de los ámbitos académicos, nunca he oído, lógicamente, expresiones de este estilo. Sin embargo, ésta debería ser una actitud del ciudadano cuando se enfrenta con el diseño en cualquiera de sus especialidades: preguntarse qué le aporta esa propuesta, cuánto tiene de solución y cuánto tiene de ejercicio esteticista o vacío.
El diseño es una de las actividades humanas más atractivas. Lo es por múltiples razones y entre las más importantes está la inmediata respuesta que las propuestas de los diseñadores reciben de aquellos a los que van dirigidas. El diseño debe prestar un servicio a la comunidad donde se inserta, debe comunicar, debe facilitar la relación de las personas con su entorno, con los demás seres humanos, con las diferentes administraciones, con los servicios, con las cosas. Y debería ser un instrumento de comunicación, también, para las personas no acostumbradas a la lectura de mensajes visuales, no basados en la palabra.
Volviendo a las cifras a las que me refería al principio. El diseño no puede, no debe, cuantificarse. Aunque sí en el sentido de que puede llegar a un número significativo de personas. Una propuesta de comunicación gráfica tiene la posibilidad de ser utilizada o facilitar información a una colectividad amplia en un territorio extenso. Dentro del grupo de trabajos que recoge esta exposición hay algunos que prestan servicio a un número elevado de personas cada día, todo el día, los 365 días del año: 24 x 365. De forma silenciosa pero eficaz, gracias al trabajo y a las soluciones elaboradas por los profesionales del diseño gráfico en su intento de aportar efectividad a sus propuestas de comunicación.
En 24 x 365 se reúnen clientes públicos y privados, gobiernos autonómicos, corporaciones municipales, programas de señalización, transporte público, promoción turística, diseño de publicaciones, servicios sociales, recintos hospitalarios… de cada una de las 17 autonomías –y las dos ciudades autónomas– que conforman el Estado Español. Un mosaico completo y un muestrario variado seleccionado con la intención de contar de forma sencilla y visual cómo los diseñadores gráficos trabajan. Cómo reflexionan, eligen, proponen y definen sus propuestas pensando en la mejor forma de comunicar y cómo, además, lo hacen consiguiendo unos resultados bellos, atractivos, amables. Los trabajos mostrados en 24 x 365 coinciden con Paul Rand, uno de los maestros del diseño americano, cuando afirmaba «el diseño gráfico que evoca la simetría de Vitruvio y la dinámica disposición de Hambidge, la asimetría de Mondrian y que supone una buena «gestalt»; generado por intuición o por un ordenador, por invención o por unos ejes de coordenadas, no es buen diseño si no comunica».
Emilio Gil